Proyecto lumínico para una guardería con certificados WELL
Situada en la ciudad de Schwelm (Alemania), el jardín de infancia se ha diseñado íntegramente por parte del equipo de arquitectura "Wilde + Wehnau" pensando en la reducción de la huella de carbono durante el proceso de diseño, construcción y uso.
Diferentes factores influyen en una construcción para obtener certificados WELL, ventilación correcta, calidad de aire y agua, ergonomía de mobiliario y materiales, confort térmico y acústico, políticas de conciliación familiar, contacto con la naturaleza, eficiencia energética y como no, una correcta iluminación.
Comentaremos los primeros puntos de pasada, aunque no es el tema a tratar conviene mencionarlos, al menos los visibles en las imágenes. Puede verse en todas las instalaciones la madera como elemento constructivo, un buen aislante, muy necesario dada la localización de la obra, que además dispuesta en lamas como en el caso del techo funciona como aislante acústico. En el caso de las ventanas, de grandes dimensiones, contribuyen a iluminar las estancias de manera natural a la vez que evitan la pérdida de calor gracias al doble cristal que actúa como barrera térmica.
La iluminación del jardín de infancia, a cargo de ONOK Lighting, representa uno de los puntos relevantes. Los diferentes factores de esta a tener en cuenta cuando hablamos de una correcta iluminación, que cumpla con las normativas para edificaciones de este estilo, son:
Índice UGR
Un correcto nivel de deslumbramiento que evite el cansancio o la fatiga visual, esto se consigue gracias factores de la luminaria, como difusores microprismáticos, puntos de luz en la luminaria rehundidos, iluminación lineal que reparte el flujo lumínico, diversos puntos de luz por estancia y también a factores ambientales, como la presencia de grandes ventanales y paredes mate o con poco brillo.
En este caso en concreto se instalan 2 tipos de luminarias DRONE y LINER ambas pueden alcanzar un nivel UGR por debajo de 1
Índice de reproducción cromática CRI
Este factor depende íntegramente del dispositivo LED y la que capacidad que tenga la luz que emite de reproducir en objetos los colores de manera fiel, siendo en este caso valores elevados, CRI >95 en ambas luminarias, muy necesarios por el tipo de construcción, un jardín de infancia.
Eficiencia energética
Sin duda un valor importantísimo, sobre todo para los meses de invierno en los que, por la geografía de la guardería, serán muchos los días que se necesite iluminación artificial. La eficiencia LED del Drone está casi en los 180 lm/W y en el caso del LINE R entre 170 y 180 lm/W dependiendo de la temperatura de color, unas cifras que sin duda reducirá el coste energético debidos a la iluminación
Ciclo de vida de la luminaria
Último pero no menos importante. Como hemos mencionado al principio, se planteó una construcción con cero emisiones de dióxido de carbono, y por tanto la procedencia de los materiales y su posterior procesado, una vez terminado su vida útil, adquiere especial relevancia. En este aspecto los distintos materiales que componen las luminarias son en su mayor medida de origen reciclado, como es el caso del aluminio, hasta un 70% reciclado y por supuesto papel y cartón reciclado para los embalajes y documentación para su envío. Nuestros diseños con componentes eléctricos y electrónicos del producto alargan la vida útil de la luminaria, ofrecemos garantía extensible a 5 años, y una vez termina aseguramos que su impacto en el medio ambiente se atenúa.